El especismo más habitual es el que se produce al discriminar a los individuos que no pertenecen a la especie humana. De este modo, es habitual que la mayoría de los animales humanos discriminen a los animales no humanos por el mero hecho de no pertenecer a su especie.
No es justo discriminar a ningún individuo en función de la especie a la que pertenece. No importa si el individuo es un animal humano o no, o si es más o menos cariñoso o atractivo.
Todos los animales que tenemos sistema nervioso disponemos de la capacidad de sentir dolor, miedo, placer,... y por lo tanto tenemos interés en evitar las situaciones que nos perjudiquen, y buscamos o deseamos disfrutar y vivir situaciones placenteras y beneficiosas.
Todos los cerdos, humanos, ratones, atunes, vacas, etc. deseamos vivir en libertad y que nadie nos quite la vida. Tod@s deseamos que nadie nos aparte de nuestra familia y que no nos priven de libertad (sin importar si las cárceles reciben la denominación de granjas, jaulas, zoológicos, acuarios, terrarios, etc.).
Nadie desea ser asesinado sin importar si el crimen se comete en la calle o en un matadero, en un barco pesquero, en un laboratorio o instalación peletera.
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