



Los inusuales clientes que se iban a someter a una revisión de oidos, corte de uñas, cepillado y corte de pelo, llegaron puntuales a su cita.
Algunos no opusieron resistencia y con santa paciencia se sometieron a las pinzas y tijeras, otros en cambio, no querían saber nada de peluquería y desconocieron la mano de quienes los defendemos (hay pruebas que aún quedan en un brazo y una mano...).
En fin, lo importante que la comunidad se evitó un gran gasto, sus mascotas quedaron como chiches y esperamos repetir esta actividad en Junio en la Junta de Vecinos de la población Carlos Ibañez.
Nuestro agradecimiento al médico veterinario Marcos Castillo, por su importante participación.
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